Tarija: La odisea de un investigador que cayó por una cascada y pasó la noche en el cerro

Tras una caída de varios metros y heridas en la cabeza, comunarios y rescatistas lo auxiliaron en una operación que incluyó pernocte en la montaña.

Tarija: La odisea de un investigador que cayó por una cascada y pasó la noche en el cerro
Foto: El rescate de Romer S. Miserendino Salazar

Lo que debía ser una jornada de evaluación de fauna en la comunidad de Yumasa terminó convirtiéndose en una experiencia límite para Romer S. Miserendino Salazar, investigador ambiental que el pasado 7 de noviembre sufrió un grave accidente mientras trabajaba en el Área Protegida Municipal de la zona.

Eran aproximadamente las 9:30 de la mañana cuando, durante su labor de campo, una piedra se desprendió bajo sus pies, provocando que perdiera el equilibrio. Romer rodó por la ladera del cerro y terminó cayendo por una cascada de casi dos metros de altura. El impacto le causó dos heridas en la cabeza y una en la ceja derecha, dejándolo aturdido y sangrando.

A pesar de la situación, no estuvo solo. Su colega, Juan de Dios Garay (Bechin), reaccionó de inmediato y le brindó los primeros auxilios, utilizando su propia camisa como vendaje improvisado para detener la hemorragia. Luego, emprendió camino hacia la comunidad para pedir ayuda.

Posteriormente, tres comunarios de Yumasa –un hombre y dos mujeres– llegaron hasta donde se encontraba Romer, lo acompañaron y limpiaron sus heridas, que continuaban sangrando debido a la profundidad de los cortes.

El rescate formal llegó cerca de las 16:30, cuando un equipo del grupo Caballeros de Fuego accedió al lugar, lo atendió nuevamente, lo inmovilizó en una tabla espinal y comenzó el arduo ascenso hacia la comunidad. Sin embargo, el avance se volvió cada vez más complicado debido a una llovizna persistente que volvió el terreno resbaloso e inseguro.

Cerca de las 19:00, y ante el riesgo de avanzar en la oscuridad, el equipo tomó una difícil decisión: pasar la noche en medio del cerro, a la intemperie, junto al herido. La noche fue larga, fría y tensa, pero todos permanecieron juntos, protegiendo a Romer y asegurando que sus signos vitales se mantuvieran estables.

Al amanecer del sábado 8, más rescatistas y comunarios se sumaron a la operación. Bajo la misma llovizna constante, continuaron el ascenso, avanzando lentamente hasta llegar finalmente a un punto accesible, donde ya esperaba un vehículo para trasladarlo a la ciudad de Tarija y recibir atención médica.

Hoy, Romer S. Miserendino Salazar se encuentra en franca recuperación, consciente de la gravedad del accidente y profundamente agradecido por haber salido con vida.

Agradecido con Dios por haberme dado otra oportunidad y librarme de la muerte”, expresa. También dedica un reconocimiento especial a quienes hicieron posible su rescate: Bechin, Matías, el equipo de Nativa: Naturaleza, Tierra y Vida, los comunarios de Yumasa y el grupo Caballeros de Fuego.

Su historia es un recordatorio del riesgo que enfrentan investigadores, guardaparques y comunarios que trabajan en áreas de difícil acceso, así como de la importancia de la solidaridad y la respuesta oportuna en momentos críticos.