Tarija y el nuevo tablero político subnacional

"las elecciones nacionales y las subnacionales no se mueven bajo las mismas dinámicas." Por Andrés Castellanos

Tarija y el nuevo tablero político subnacional

Las recientes elecciones nacionales dejaron más que un resultado: trazaron un nuevo mapa político que redefine las fuerzas rumbo a las subnacionales del próximo año. Tarija, históricamente marcada por su voto crítico e independiente, vuelve a presentarse como uno de los escenarios más complejos del país.

Rodrigo Paz logró una importante victoria nacional, mostrando capacidad de articulación y presencia en el debate político nacional. Sin embargo, en el ámbito local, el panorama fue distinto. En el departamento de Tarija, la alianza Rodrigo Paz, Adrian Oliva y Johnny Torres no logró consolidarse territorialmente, cayendo por escaso margen ante el bloque de Oscar Montes y su estructura de Unir a nivel departamental, y sufriendo una derrota amplia en el municipio de Tarija, con una diferencia superior a los 20 puntos —un contundente 60 a 40— a favor de la alianza de Libre con Unir.

Este contraste revela una realidad que todo estratega político debe leer con cuidado: las elecciones nacionales y las subnacionales no se mueven bajo las mismas dinámicas. Mientras las nacionales premian discursos amplios, identitarios o ideológicos, las subnacionales se definen por estructuras políticas locales, liderazgos territoriales y capacidad de gestión cercana al votante.

En este contexto, el bloque Oliva–Torres–Paz, que busca ahora posicionarse con Oliva como potencial candidato a la Gobernación y Torres buscando su reelección en la Alcaldía, enfrenta un doble desafío: mantener su unidad política y reconstruir su conexión con los barrios, provincias y sectores productivos. La alianza que pareció fuerte en el discurso nacional, a nivel local se percibe más frágil y distante, especialmente frente a una estructura como la de Oscar Montes, que ha demostrado eficacia operativa, control territorial y una narrativa de gestión concreta.

Montes, con más de dos décadas de presencia política, ha sabido mantener un equipo disciplinado y una red de líderes territoriales que responden con resultados, no solo con discursos. Esa estructura, que algunos daban por desgastada, demostró en las últimas elecciones que aún conserva poder político y capacidad de movilización.

Las subnacionales en Tarija, por tanto, no serán una simple continuación del resultado nacional, sino una disputa entre estructuras consolidadas y alianzas coyunturales. Oliva y Torres intentarán convertir su alianza política en un proyecto de poder local; mientras que Montes buscará reafirmar que su modelo de gestión y su estructura siguen siendo el principal eje de poder en el departamento.

Tarija entra a un nuevo ciclo electoral donde el peso de los liderazgos históricos, la renovación generacional y las alianzas tácticas definirán quién controla el futuro político del departamento. Lo cierto es que, más allá de los discursos nacionales, en Tarija las elecciones se ganan en el territorio, no en los titulares.