Hallan restos de un hombre desaparecido hace ocho años en una mina abandonada.
El cuerpo fue encontrado en la zona de Antequera en Oruro, existe fuertes sospechas de que la víctima fue sujeta a rituales ancestrales.

El hallazgo de un esqueleto humano en una mina en desuso, ubicada en la zona de Antequera (Oruro), abrió un enigma que mezcla desaparición, silencio familiar y sospechas de rituales ancestrales. La víctima había sido vista por última vez en 2017, cuando se despidió de sus allegados con la promesa de viajar a Argentina. Desde entonces, nadie volvió a saber de él.
El fiscal departamental de Oruro, Aldo Morales, confirmó que el caso se investiga como homicidio y reveló que el examen forense determinó una data de muerte aproximada de cinco años. Eso implica que el hombre no habría muerto en 2017, sino en 2020, lo que reabre dudas sobre su paradero durante ese lapso.
“Se pensaba que estaba en Argentina, pero no había comunicación directa. La familia creía que trabajaba fuera y nunca formalizó una denuncia por desaparición”, explicó Morales a La Revista de UNITEL.
Tres hipótesis bajo investigación
Las autoridades manejan varias líneas de investigación:
• Ritual minero: La posibilidad de que el hombre hubiera sido “ofrendado” a la mina, práctica que aún persiste en algunos sectores como parte de rituales vinculados a creencias ancestrales.
• Accidente: Que el individuo hubiera ingresado por voluntad propia a la mina y fallecido en el interior, aunque las circunstancias siguen siendo poco claras.
• Homicidio: Que hubiera sido asesinado en otro lugar y posteriormente trasladado al yacimiento abandonado para ocultar el cuerpo.
Lo extraño, señaló el fiscal, es que la mina donde fue hallado lleva años sin actividad, lo que hace más complejo reconstruir la ruta final del desaparecido.
Un silencio que genera sospechas
Otro aspecto que sorprende a los investigadores es la ausencia de una denuncia formal de desaparición. A diferencia de otros accidentes mineros reportados en la región, en este caso nadie acudió a las autoridades. La familia se limitó a asumir que el hombre estaba trabajando fuera del país, pese a la falta de contacto.
“Se va a investigar quién lo vio por última vez, con quiénes se relacionó en 2020 y por qué no hubo reportes oficiales sobre su ausencia”, puntualizó Morales.